Los diferentes extremos del mundo: Rusia y Perú atraen uno a otro
A pesar de que el mundo se acercó a una de las más graves crisis desde el principio del siglo veintiuno no hay que olvidar mirar adelante, a la perspectiva. La historia de Perú, poblado por uno de los pueblos más abnegados y trabajadores del continente sudamericano, está llena de páginas dramáticas. Rusia, más que ningún otro país, tiene interés en que Perú sea uno de los principales puntos de estabilidad económica y política de Sudamérica, baluarte de la paz panamericana.
La historia de Perú es la historia de la búsqueda de autoidentificación y de independencia. Perú trata de ser un país políticamente independiente sin entrar en uno u otro bloque político-militar. Sin embargo, eso sucedía con dificultad.
La historia de las relaciones modernas entre Rusia y Perú comienza en 1969. La búsqueda de nuevos socios en la esfera de la colaboración económica, política y militar sirvió de estímulo para el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Perú y la URSS. El 1 de febrero de 1969 se celebró la ceremonia del cambio de las notas, testimoniando el hecho del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre dos países. La ceremonia de la entrega de las cartas verificativas en Moscú y en Lima tuvo lugar en el 20 de junio de 1969.
Para las autoridades peruanas esa decisión fue difícil para aquel momento, por muchos aspectos no estandartizada para los países latinoamericanos y sudamericanos. Además, dentro de Perú había muchos oponentes al acercamiento económico y comercial con la URSS. Como mínimo, eso significaba el cambio de la orientación del rumbo proamericano de la política exterior a la cooperación multivectora. Para la Unión Soviética, sin embargo, eso fue el primer caso en América cuando se establecían conexiones con el gobierno encabezado por los militares llegados al poder después del golpe de estado.
Luego los dirigentes de Perú muchas veces se permitían las opiniones críticas y duras hacia la URSS volviendo al rumbo proamericano.
En 1970, a pesar del regreso de Perú a los rieles proamericanos, la Unión Soviética presta la gran ayuda humanitaria después del terremoto fortísimo ocurrido en el país.
Es difícil llamar serenas las relaciones políticas entre la URSS y Perú en el siglo veinte: demasiado inconstante y dependiente fue el rumbo de la política exterior de Perú de los que gobernaban en el momento dado en Perú.
La animación determinada en las relaciones llegó a finales de 1980 durante la primera presidencia de Alan García, el que de esa manera intentaba elevar el prestigio del país en la arena internacional.
Sin embargo, si las relaciones políticas no se podían llamar sinónimamente exitosas, el vector económico y comercial de la colaboración se desarrollaba con mucho más éxito. Se trataba de los suministros de piezas de repuesto para la técnica soviética, de las relaciones mutuas en la esfera de la industria mineral, la metalurgia ferrosa, de la economía pesquera y de los puertos, de la realización de los trabajos de la proyección y de la exploración, de la preparación del personal nacional, etc.
La URSS realizaba en Perú las compras de materias primas (incluyendo los metales térreos raros) y también tales mercancías de la exportación peruana como la harina de pescado, café, azúcar, lana de lama.
En la nueva historia de afinación de la relaciones entre Rusia y Perú iba con dificultad. Ambos países pasaban por el periodo difícil de la búsqueda del desarrollo político y económico. Sin embargo, en todos los foros internacionales. Lima ocupa la posición cercana a las concepciones rusas en tales temas como la lucha contra el tráfico de drogas, el terrorismo internacional, la migración ilegal, la protección del medio ambiente. Perú se atenía a la posición independiente en relación con acontecimientos en Yugoslavia, Afganistán, Libia. Lima apoyaba el ingreso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio.
A las relaciones conjuntas faltaba la salida al nivel alto de negociaciones. Los cambios sucedieron en noviembre de 2008 cuando tuvo lugar la primera visita oficial del dirigente del Estado ruso Dmitriy Medvédev a Perú.
ʺSu visita a nuestro país es muy importante, especialmente tomando en consideración lo que Rusia de nuevo renace su posición en la arena mundial. Me gustaría reflexionar un poco y señalar dos momentos: en 1970 el giro comercial entre Rusia y Perú estaba en muy alto nivel y prácticamente llegó a mil millones de dólares. Hoy en día es solamente 120-130 millones. Depositamos muchas esperanzas en la actividad de los empresarios rusos que, como esperamos, llegarán a nuestro país y van a invertir al sector energético y a la pesquería,ʺ- anunció en el encuentro con el presidente ruso el presidente del Congreso Nacional de Perú Javier Velásquez Quesquén.
En 2011 en el marco del foro de la APEC tuvo lugar el encuentro de Dmitriy Medvédev con el presidente de Perú Ollanta Humala. La visita de contestación del señor Humala a Moscú tuvo lugar en noviembre de 2014. En noviembre de 2016 durante la visita a Perú del presidente de Rusia Vladimir Putin para la participación en la cumbre de la APEC tuvo lugar su encuentro con el presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski.
De hecho, desde finales de 2010 empezó el proceso de activismo de la relaciones ruso-peruanas que se manifestó, entre ellos, y en el reforzamiento de la conexiones entre las instituciones de la enseñanza superior en las que de parte rusa participan activamente grandes Universidades numerosas.
La primera etapa de la colaboración humanitaria empezó en 2020. La pandemia de coronavirus que atacó el mundo, obligó los países a crear nuevas colaboraciones en la lucha contra ella. Las autoridades de Perú, junto con otras vacunas, empezaron a comprar y la rusa ʺSputnik Vʺ.
Además, en la circulación de mercancías entre Perú y Rusia parece que fue palpado el nicho que es interesante para los consumidores rusos. Se trata, en particular, de suministros a Rusia de la producción agrícola, por ejemplo de aguacate.
ʺEn 2018 las ventas de aguacate en el mercado ruso estaban en el nivel de 3,4-3,5 mil toneladas. En 2019 crecieron hasta 7,6 mil y en 2020, durante el enojamiento de pandemia hasta 14,4 mil toneladas. Perú se hizo para Rusia el exportador principal de aguacate en el mundo. ʺNosotros apretamos Israel, el suministrador tradicional de ese producto,ʺ – anunció el embajador de Perú en Rusia Juan del Campo en el foro económico internacional en San Petersburgo en 2021.
En verano de 2021 en Perú tuvieron lugar las elecciones presidenciales. En la víspera de ellas en el foro económico internacional en San Petersburgo Juan del Campo señaló que ʺlas relaciones con Rusia salen del marco de la coyuntura política porque es el país fundamental para Perú. Estoy seguro que ambos candidatos van a dar importancia a ellas. ʺ
Uno de los primeros pasos de Pedro Castillo que ganó en las elecciones presidenciales en relación con Rusia fue el logro de la inteligencia con Moscú de que la vacuna ʺSputnik Vʺ va a producirse en Perú.
En enero-mayo de 2021 la circulación de mercancías ruso-peruana aumentó en comparación con el periodo análogo de 2020 en 18,8 % y llegó a ser 202,5 millones de dólares de EE.UU. Sin embargo, es aun notablemente más bajo del nivel de 2015, cuando la circulación se acercaba a 700 millones. En 2020 el peso específico de la mercancía agrícola en el lote de importación de Perú de la mercancía agrícola compuso más de 90%. En primer lugar se trata de dativos, higos, aguacate y mango.
La experiencia de las relaciones ruso-peruanas apunta que en ambos países todavía conocen muy poco uno a otro. Pero el potencial de la colaboración económica, en particular en la esfera de la construcción ferroviaria, la energía átona, no está revelado de todo.
Perú se necesita los socios seguros y los aliados que no tienen ambiciones infundadas por la dominación no sólo en el continente sudamericano, sino en el mundo. El tiempo, cuando Rusia y Perú tienen que mirar atentamente uno a otro, terminó hace mucho. Llegó la hora de la acción conjunta activa.