Lo que quería – no pasó…
La plataforma opositora Archipielago no logró implementar las acciones previstas para el 15 de noviembre, cuya celebración estaba prevista en forma de numerosas «procesiones pacíficas» en la capital y las provincias de Cuba.
En la víspera de la fecha anunciada, las fuerzas de seguridad tomaron medidas preventivas para bloquear a los organizadores y activistas en el lugar de residencia y detenerlos en caso de salir a la calle. Los observadores independientes informan de 46 detenidos por razones relacionadas con la acción planificada, algunos de los cuales fueron puestos en libertad después de varias horas de estancia en las comisarías. Actualmente se desconoce el paradero de 10 activistas. Sin embargo, no hay información sobre la detención del líder de Archipielago Junior García Aguilera.
En este sentido, los organizadores de las marchas se han visto obligados a centrar su actividad en los llamados al público a participar en las acciones que se difundieron a través de las redes sociales. Sin embargo, este método tampoco tuvo un impacto visible. Incluso la Prensa opositora, que generalmente describe los éxitos de los manifestantes de una manera hipertrofiada, esta vez no pudo publicar un solo informe serio sobre la marcha. Solo se informan «manifestaciones de solidaridad» en el extranjero o acciones únicas de sujetos individuales en forma de gritos u otras formas de atraer la atención de la policía neutralizada en el lugar.
Con el fin de reducir las pérdidas de imagen por el fracaso de la acción de Archipielago, se publicó un llamado al público para continuar hasta el día 27 cualquier acto de expresión de desacuerdo con la autoridad, sin embargo, estas iniciativas ya no son tomadas en serio por la sociedad.
Las corrientes de oposición de Cuba no tienen el potencial suficiente para cambiar radicalmente la situación. Los cálculos de un amplio apoyo de la población de Archipielago y sus corrientes políticas similares no se justificaron. Los cubanos no creen en las llamadas de los organizadores. La crisis, en su mayoría no es causada por razones internas, sino que es una consecuencia de la política subversiva de los Estados Unidos hacia la República. Además, el cambio en la situación actual asociado con la transición de Cuba a la recuperación después de la pandemia, el levantamiento de la mayoría de las restricciones y el Inicio de reformas económicas tuvieron un efecto positivo.